
El concurso de las oportunidades
Era lunes 27 de septiembre de 2020, a las 10 a.m. Volvía del gimnasio y me senté frente a la computadora a trabajar, un poco triste porque había perdido un concurso de diseño el día anterior. Había participado en un concurso de Diseño de Latas de cerveza para programadores organizado por la Fundación Underc0de, una comunidad de programadores en la que solía participar.
Me preparé un café mientras sonó el teléfono y recibí una notificación de Instagram. Era un mensaje, el mensaje que iba a cambiar mi vida para siempre. Era Agustín, preguntándome si yo era la diseñadora del proyecto que había participado en el concurso. Me comentó que estaban buscando una diseñadora web para un proyecto próximo. Él trabajaba en un organismo del Gobierno de Mendoza, específicamente en Primera Infancia. Mi respuesta fue un rotundo ¡SÍ!
El proyecto consistió en el diseño y maquetación de una sección dentro del sitio web del Gobierno de Mendoza, así como en la creación de una guía PDF de 66 páginas que se encuentra en el sitio. El cliente era la Dirección de Protección y Restitución de Derechos, específicamente la Dirección General de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, y el proyecto era financiado por UNICEF.
El objetivo era crear un sitio web interactivo y accesible para que cualquier persona pudiera acceder a la asistencia de primera infancia. El sitio incluye información y orientación para las familias, recursos institucionales y comunitarios, así como juegos y cuentos para niños.
Además del sitio web, se creó una guía que mencioné anteriormente, que abarca la importancia, los fundamentos y las buenas prácticas de la atención integral de la primera infancia, así como las leyes y derechos que protegen a los niños. También incluye instrucciones sobre cómo utilizar el sitio.
El sitio está dirigido a familias y escuelas, con la intención de informar sobre cómo ayudar a nuestros propios hijos o a otros en situaciones que se pueden mejorar o cambiar.
Tuve que enfrentar algunas dificultades durante el proyecto, como la cuarentena, ya que no pudimos reunirnos con el equipo en persona. Trabajar con personas de diferentes edades y ámbitos fue muy difícil, pero no imposible. La paciencia y la espera fueron dos cualidades que desarrollé durante este proyecto, jaja. También tuve amenazas, una de ellas fue que el equipo no tenía ni idea de tecnologías y diseño, entre otras cosas. Ellos se centraban en lo teórico, mientras que yo me encargaba de la parte artística y tecnológica, pero me costó hacerles entender lo que necesitaba y que el sitio estaba diseñado para un usuario en particular. Más allá del diseño y la estética, lo más importante era que el sitio web fuera funcional y cumpliera con los requisitos del usuario. Otra amenaza fue la falta de comunicación entre los diferentes entes, lo cual me perjudicaba a la hora de tomar decisiones en el diseño.
Sin embargo, el proyecto contó con varias fortalezas. El equipo de trabajo fue excelente, con personas con muchas ganas de trabajar y dar lo mejor en su vocación por la primera infancia. Había mucha energía y entusiasmo en el proyecto, lo que generaba movimiento. La primera infancia tiene mucho potencial para crecer, el sitio web es solo un paso, la lucha continúa.
Mi objetivo como diseñadora se cumplió. Pude combinar el diseño gráfico con el diseño web, fue una experiencia inolvidable y de mucho aprendizaje. Tuve miedo e incertidumbre, pero creo que cada proyecto es un viaje, un camino diferente que, precisamente, es lo que lo hace divertido y misterioso a la vez. Después de todo, el misterio es lo que envuelve la pasión…
En resumen, este proyecto es la joya de mi portafolio, el que me hizo soñar y anhelar que estuviera listo de un día para otro. Fue un escalón importante a la hora de buscar trabajo, ya que contar con la marca de UNICEF le agregó un valor significativo. Fue un año de arduo trabajo, pero me sentí muy contenta y emocionada el día que lo presenté.